Materiales didácticos y actividades de aprendizaje.



Se podría considerar material didáctico cualquier cosa, es decir, documento impreso, recursos de audio, de video…y dentro de cada una de esas categorías, de cualquier origen o diseñado a priori para cualquier objetivo: folleto publicitario, anuncio de televisión, un debate radiofónico o el clásico libro de texto, además de las posibilidades que nos ofrece la tecnología para adaptarlos (o directamente crear) a través de utilidades como Kahoot o Klaxoon.

Lo que el profesor debe hacer es saber seleccionar en cada momento el material más propicio para complacer los intereses y objetivos de los alumnos y que a la vez el propio profesor se sienta cómodo e identificado con dicho material y su forma de entender la enseñanza.

Tendremos en cuenta el grupo destinatario del material o actividad, por supuesto el nivel, la destreza o aspecto particular sobre el que se quiere incidir, qué aspecto de la C/c/kultura queremos transmitir, qué estructura gramatical…y siempre se tendrá que buscar la motivación del alumno, asociar la actividad o el material con la vida cotidiana, dentro de diferentes contextos que nos resulten familiares, ejerciendo el profesor un papel de catalizador de la actividad en todo momento.

Y para finalizar, encuentro fundamental el papel del profesor como analista crítico de todos estos materiales, que hoy en día, podríamos considerar como casi infinitos y al alcance de todos, pero que debemos saber seleccionar, analizar, probar, compartir, reanalizar y aplicar finalmente con unos objetivos didácticos claros y bien definidos, con un objetivo preestablecido desde el punto de vista didáctico.

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